Respuesta inmune al SARS-CoV-2: implicaciones para las pruebas de diagnóstico

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La seroconversión es la transición de una condición seronegativa, donde no hay anticuerpos en el suero, o están presentes, pero por debajo del límite de detección, a una condición seropositiva, en la que los anticuerpos se pueden detectar en muestras de suero. Esta es la definición establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

Comprender el momento de la producción de anticuerpos y la seroconversión es clave. Determinar los puntos de tiempo óptimos para la recolección de muestras de pacientes aumenta la eficacia de las pruebas de diagnóstico de anticuerpos. Además, elconocimiento del momento informa la elección de cuándo obtener células B periféricas para el desarrollo de terapias de anticuerpos monoclonales. 

El cambio de isotipo, también llamado cambio de clase de inmunoglobulina, es la conversión de la producción de anticuerpos de las células B de un tipo a otro. De particular interés es la transición de los anticuerpos del isotipo IgM, que son los primeros que se generan a un nuevo antígeno, a los anticuerpos IgG, que son anticuerpos efectores más prolíficos. 

El cambio de clase no cambia la especificidad del anticuerpo para un antígeno, sino que le permite ejercer diferentes efectos biológicos. Los isotipos de anticuerpos presentes en una muestra de un paciente pueden proporcionar información importante sobre el momento de la exposición inicial, así como proporcionar información sobre la progresión de la enfermedad y el pronóstico. 

Las pruebas de anticuerpos cuentan con un tiempo de respuesta más, una carga de trabajo reducida para los profesionales de la salud y son más portátiles dada su naturaleza autónoma y la menor necesidad de equipos de laboratorio especializados. 

Las pruebas serológicas juegan un papel vital en la comprensión y, en última instancia, en la lucha contra los brotes virales. Sus aplicaciones relevantes incluyen proporcionar datos epidemiológicos sólidos, invaluables en la determinación de las tasas de infección y, por lo tanto, métricas de mortalidad, así como ayudar en la detección de pacientes que montaron respuestas de anticuerpos fuertes que podrían ser donantes para la ingeniería de la terapéutica sérica. Del mismo modo, las pruebas serológicas pueden ayudar a identificar a los trabajadores de la salud que pueden haber desarrollado inmunidad a la enfermedad. Esta información podría informar las decisiones de personal y limitar el riesgo de propagación accidental del virus en entornos hospitalarios.